MERCEDES

300 SL
(1954 – 1964)

MERCEDES 300 SL GULLWING

MOTOR

Tipo: 6L Longitudinal delantero

Cilindrada: 2996 cm3

Potencia: 215 cv a 5800 rpm

Par: 28 mkg a 4600 rpm

Transmisión: Trasera 4 velocidades

CHASIS

Dirección: Cremallera

Suspensión D/T: Independiente

Frenos D/T: Tambor

Neumáticos D/T: 6,50×15

DIMENSIONES

Largo-Ancho-Alto: 4,52-1,79-1,30 m

Peso: 1310 kg

Peso/Potencia: 6,10 kg/cv

PRESTACIONES

Velocidad máxima: 237 km/h

0-1000 m: 28”5

PRECIO

280.000 € (23/06/2008)

 

ALAS DE GAVIOTA

 

Soñar. Con un auto de vanguardia, mítico, mas potente que ninguno. Para correr. Para ganar. Y volver por carretera después de la carrera. Y  bajarse, con un gesto mágico de la puerta. Soñar con un 300 SL…

 

¿Habrán dado que hablar esas puertas? Astucia del técnico robada por el estilista, podrían resumir ellas solas el Mercedes 300 SL. ¿Su origen?. Facilitar el acceso abriendo el techo, para compensar la altura de unos bajos ocupados por el chasis tubular. Pero eso no es lo esencial. Lo esencial es el magnifico aspecto que le dan al coche,… y el sobrenombre que acompaña su leyenda: “gullwing” (alas de gaviota).

La estrategia deportiva de Mercedes Benz es clara y constante: largos eclipses seguidos

de periodos de supremacía. En 1914, justo antes de la guerra, 3 MB blancos terminan en cabeza del Gran Premio del ACF. Y unos años mas tarde, en los felices 30, el mecenazgo desmesurado del III Reich hace de la marca de la estrella una increíble maquina de ganar. Así que el anuncio de su regreso a las carreras en 1952 crea gran expectación: Mercedes

no podía volver mas que para vencer. Y el nacimiento del 300 SL marca un nuevo periodo

de hegemonía. Ese mismo año gana la Panamericana, logra un doblete en Le Mans y una cuádruple victoria en Nurburgring… antes de retirarse una vez hecha la demostración. Los ingenieros se concentrarán en  los monoplazas, con el éxito de todos conocido.

La presencia en el salón de Nueva York de 1954 del 300 SL de serie excitó la imaginación del publico. Tenia una línea genialmente civilizada, afinada respecto al coche de carreras. Tenia esas extraordinarias puertas, que lo asocian con un mundo de animales fabulosos y

de maquinas mágicas. Tenia algunos detalles sorprendentes, como el segundo klaxon a la disposición del pasajero, o el gran volante blanco que se articulaba para facilitar el acceso

a bordo. Tenia también un elemento esencial del mito: el precio. El de cinco o seis coches corrientes, ellos mismos ya fuera del alcance de la mayoría.

 

CARACTERISTICAS                                                                         

Tenia por ultimo una ficha técnica que profanos y garajistas comentaban con admiración. Chasis multitubular, diferencial autoblocante, puertas en aluminio, lubricación por carter seco, deposito de 130 litros. Y además, por primera vez un coche de serie prescindía de

los carburadores, adoptando la inyección directa, dispositivo técnico que hizo soñar tanto como el turbo veinte años mas tarde. Los técnicos de Mercedes habían añadido a esta  original alimentación la audacia de bascular el motor 45º, lo que permitía aplastar el capo

Ver  Audi 100 Coupe

y bajar el centro de gravedad.

El motor, derivado del tipo montado en el modelo 300, es un seis cilindros en línea con

un solo árbol de levas en culata, que cubica exactamente 2996 cm3. Desarrolla 215 cv,

una potencia fenomenal para la época (en un coche de serie). La transmisión se realiza mediante un cambio de marchas de 4 velocidades sincronizadas y el cliente podía elegir

entre tres relaciones distintas para el puente trasero: con la mas corriente, la intermedia, alcanza una velocidad máxima de 237 km/h. Una cifra mítica hace 50 años, cuando una buena berlina rozaba apenas los… 120 km/h de crucero.

La carrocería es de chapa de acero con algunas partes en aluminio. Los coches de fabrica destinados a la competición tenían una carrocería aun mas ligera en aleación de aluminio que fue ofrecida al publico en una serie limitada : los carísimos 300 SL Leicht. La longitud total es de 4,52 m con una altura de 1,30 m y una distancia entre ejes bastante corta: 2,40 m. Su peso en vacío es de 1160 kg. Estas características técnicas definen, sin posibilidad de equivocación, la autentica filosofía del 300SL: un deportivo sin concesiones. De hecho, esta versión de carretera no tardara en participar en competiciones. Según los afortunados propietarios la receta era muy simple: “Llegábamos al circuito o a la salida de un rally y lo esencial del trabajo consistía en pegar los números en las puertas”.

 

AL VOLANTE
Entrar en el Gullwing requiere cierta técnica: hay que sentarse en la ancha base de las puertas y con un movimiento rítmico girar ambas piernas unos 90º hasta introducirlas en

el coche, deslizando después las caderas sobre el asiento. Solo queda estirar el brazo y abatir las famosas puertas de aluminio. Frente al piloto, el típico volante Mercedes (solo

los muy gruesos tendrán que recurrir a su sistema basculante para entrar), siete relojes negros y el largo morro fuselado que muestra el camino a seguir. La visibilidad es buena hacia delante, suficiente lateralmente y algo escasa hacia atrás. Los pedales están bien dispuestos, la palanca de cambios tiene un tacto excelente, la puesta en marcha, incluso con tiempo frío, no ofrece ningún problema.

El motor cobra vida con un sordo ronquido, alcanza rápidamente la temperatura optima, y

el 300SL conserva en movimiento toda su majestad y algo del misterio de su superioridad. Naturalmente los frenos de tambor no resistirian un uso moderno. Pero aunque la potencia de 215 cv ya no impresiona, se entrega de una forma singular y, por así decirlo, soberana. Acelerar a menos de 1500 rpm y en cuarta no presenta ningún problema, un ejercicio que

Ver  Jaguar XK 120

no aceptarían algunos deportivos modernos. Y en las marchas cortas el tiron sigue siendo magnifico: a partir de 3000 rpm el motor empuja con fuerza, magistralmente: 76,130,190 y 237 Km/h de velocidad máxima, en 4ª. Unas prestaciones extraordinarias… que habrá que aprender a domesticar.

Porque a pesar de la fabulosa salida, del reprise fulminante, de la instantánea respuesta

del motor al acelerador, el 300 SL parece a primera vista bastante fácil de conducir, y no

nos infunde demasiado respeto. Pero esa primera impresión es totalmente equivocada, y

el coche pasa de forma repentina, inesperada, desde un comportamiento apacible a otro sobrevirador, con todas sus consecuencias, negativas pero también positivas (pensemos

en los rallies). Aunque, manteniéndonos por debajo de este limite, su comportamiento es superior a cualquier critica. La suspensión es agradablemente firme, la dirección directa y precisa, y el coche puede ceñirse en los virajes con precisión. En rectas, la estabilidad es perfecta, y una velocidad de crucero de 180 km/h puede mantenerse indefinidamente sin problema alguno, gracias a una fuerza tranquila, y un carácter viajero, que hacen del 300

SL un magnifico Gran Turismo, un automóvil que con casi 240 km/h de velocidad máxima, carecía de rivales en las primeras autopistas de la época.

 

COMPRAR UNO
El 300 SL es una de las joyas de los coleccionistas, y fue de los primeros que abrió el camino a la subida de precios de los 80. Hoy vale 280.000 € después de haber pasado

por los mas altos precios alrededor de 1990. Los roadsters que lo sucedieron y fueron fabricados hasta el 64 tienen precios similares que oscilan entre 270 y 290.000 € según tengan o no frenos de disco y motor de aluminio. En cuanto a la versión “Leicht”, con la carrocería de aluminio, de la que solo se fabricaron 28 ejemplares (de un total de 1400) supera fácilmente los 600.000 €.

Como para compensar estos precios, el “Gullwing” es un coche muy fiable. El motor, a

pesar de su sofisticado sistema de alimentación (o mas bien… gracias a el) no necesita periódicas puestas a punto. Pero atención, conserva algunos secretos, como el engrase

de la bomba de inyección, cuyo nivel conviene verificar regularmente.

 

CONCLUSION
En técnica como en arte, las obras de vanguardia, copiadas, imitadas,.. superadas incluso con el tiempo, no son nunca exactamente igualadas : el 300 SL, que causo sensación en su época cuando prácticamente no tenia competidores, mantiene su prestigio hoy, intacto, para cualquier autentico aficionado. Un Mito.

 

PRODUCCION
300 SL Gullwing (1954-1957) :  1.372 ej.
300 SL Leicht (1955-1956) :           28 ej.

300 SL Roadster (1957-1964) : 1.858 ej.

TOTAL:                                       3.258 ej.

 

Texto: JR                                                                   VIDEO                                            

 

 

 

 

Rate this post

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *