Comprar un clasico
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Aunque, si tenemos mucha prisa, lo mejor es comprarlo asi y…a disfrutar.
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COMPRAR UN CLASICO
Actualmente, pasada la fiebre especulativa de los 90, el mercado esta estabilizado, la oferta es abundante y los precios son muy razonables. Es un buen momento para comprar el clásico de nuestros sueños. Sin embargo la adquisición de un coche de colección, incluso con la ITV en regla, comporta ciertos riesgos que es conveniente minimizar, fijando unos criterios de selección elementales. A continuación, algunos consejos indispensables a aplicar en el momento de la compra.
En primer lugar, es necesario preparar la compra. Escoger el modelo, naturalmente, y consultar clubs, libros, revistas o webs especializadas (como esta), para reunir la mayor cantidad de datos posible: características, fechas, cifras de producción, evolución, series preferibles, puntos débiles, precio medio, incluso anuncios del modelo elegido. Mientras mas sepamos del coche que buscamos mas difícil será que nos den gato por liebre, no solo en cuanto al estado de ese vehiculo sino también respecto a su “autenticidad”. Un automóvil de colección debe estar completo, conforme a sus características de origen. Una restauración “fullera” puede hacer bajar bastante el valor del vehiculo, sea cual sea la calidad del trabajo. Por no hablar de las replicas que circulan de los automóviles mas solicitados, algunas, hay que decirlo, muy bien realizadas. En caso de duda lo mejor es consultar con un experto, o verificar la concordancia de los números de serie llamando directamente al constructor.
PRECIO A continuación es conveniente fijar un precio máximo y un mínimo.¿Un mínimo? Si: como regla general conviene huir de las “gangas” a mitad de precio, cuya restauración (o mejor dicho, reparación) puede costarnos una fortuna, si no realizamos (caso raro, pero posible) nosotros mismos el trabajo. Para poner a la suerte de nuestra parte es preferible pagar el precio justo en el momento de la adquisición o, mejor aun, comprar el objeto de nuestros sueños a un profesional, que además de responder de los posibles “vicios ocultos” puede darnos una tranquilizadora garantía.
MOTOR Y CAMBIO de reemplazar. En motores de 1 o 2 árboles de levas los ruidos de distribución delatan un mantenimiento negligente. En cambio el ruido de los piñones en las cajas de cambio no sincronizadas es normal. No lo es que salten las marchas o que sean duras de engranar.
FRENOS Y DIRECCION a vibrar y exigen una rectificación, poco costosa. La mayoría de los coches disponen de dirección de cremallera, cuya holgura es muy fácil de regular. Una dirección dura puede ser síntoma de un reglaje excesivo para paliar un desgaste avanzado del sistema.
CARROCERIA Y CHASIS siempre relativa. Hasta los años 70 la corrosión atacaba generalmente el suelo, los pasos de rueda, los bajos y las aletas. Con un destornillador podemos comprobar la solidez de la chapa, desprendiendo las moquetas si es posible para facilitar el examen.
PRUEBA En cualquier caso antes de la adquisición una prueba se impone, si es posible en carretera despejada donde podamos acelerar a fondo y estudiar las reacciones de la dirección, los frenos y otros órganos esenciales. Un particular seguro de lo que vende no se negara y un profesional aun menos. Si después de algunos kilómetros no hay “química”, no insistan. Un deportivo clásico debe despertar en nosotros el piloto “instintivo” que la suspensión activa, el ABS y otros sistemas “anti-patinaje” actuales han mantenido aletargado. Si no es así, mejor será probar otros modelos parecidos, usando como criterio prioritario solo el “feeling” instantáneo. Después de todo, se trata principalmente de disfrutar…
Texto: JR |
…y a restaurarlo. Un trabajo laborioso que conviene encargar a un experto.
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