LOS CAMIONES MAS RAPIDOS DEL MUNDO

 

Así los llamaba Ettore, en clara alusión a su peso y su tamaño, casi el doble que el

de los Bugatti. Pero los Bentley eran también potentes y triunfaron en las 24 Horas

de Le Mans. El Speed Six dos años consecutivos (1929-30).

 

De hecho Bentley estaba presente en la dura prueba desde sus orígenes y tras la 4ª plaza

de Clement/Duff en la carrera inaugural (1923, al volante de un 3L tímidamente asistido por

la fabrica) las victorias se sucedieron: 1924 (Clement/Duff, 3L), 1927 (Benjafield/Davis, 3L),

1928 (Barnato/Rubin, 41/2 L),… Pero la apoteosis llego en 1929 con la primera victoria del

Speed Six (Barnato/Birkin, 61/2 L) ¡seguido de otros 3 Bentley! (41/2 L), y el broche de oro

al año siguiente ¡con un doblete de los Speed Six! (1º Barnato/Kidston 2º Clement/Watney).

Como para dejar mudo a Bugatti, que tuvo que esperar 7 años mas para vencer allí.

W. O. Bentley se merecía mas que nadie esas victorias: ingeniero de formación, trabajó al

principio con su hermano y luego mejorando los motores de aviación ClergetBlin durante la

gran guerra, con tanto acierto que al terminar le concedieron la Orden del Imperio Británico

y un premio de ¡8.000 £! con el que estableció su propia empresa, Bentley Motors, en 1919.

Su objetivo era hacer lujosos y rápidos coches para la “gentry”, ansiosa de novedades y de

desafíos, y para ello nada mejor que, como antes otros, hacerse un nombre en las carreras:

Brooklands entre las locales y Le Mans, en Francia, serán sus principales objetivos.

 

CARACTERISTICAS

Su primer modelo (1921) fue un 4 cilindros de 3 L con pistones de aluminio, un simple árbol

de levas en cabeza y 4 válvulas por cilindro, características muy innovadoras para la época.

El chasis era mas conservador, una escalera con ejes rígidos y ballestas en la 4 ruedas, el

cambio era de 4 marchas sin sincronizar y los frenos de tambor solo en las ruedas traseras.

Tras batir algunos records en Brooklands y quedar 2º en el Tourist Trophy de 1922, John F.

Duff y Frank Clement inscribieron este coche en Le Mans en 1923 y quedaron 4º, ganando

al año siguiente, ya con frenos en las 4 ruedas y mas potencia (82, antes 72 cv).

La leyenda estaba en marcha: todos los “gentleman drivers” querían un Bentley ¡y algunos

incluso compraron acciones de la empresa!. Pero la competencia es dura, y Lorraine gana

en casa los 2 años siguientes. No importa, Bentley reacciona y aumenta la potencia (92 cv

en el 3 L que gana en 1927) y luego la cilindrada (41/2 L y 130 cv en el ganador de 1928) y

tras un infructuoso recurso al compresor (Bentley Blower, ¡240 cv!, poco fiable) aumenta el

numero de cilindros (6) y en proporción la cilindrada (6597 cc) en el mítico 61/2 L Speed Six

“Old Number One” (200 cv) que arrasa en las 2 siguientes ediciones de la prueba.

Su conductor era Woolf Barnato, el capitán (lo fue en la guerra) de los “Bentley Boys”, una

pandilla de jóvenes riquísimos (Barnato heredó minas de diamantes) que bebían champán

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