SE VENDE
|
REGRESO AL FUTURO
Predecir el futuro es un ejercicio arriesgado (sobre todo en Gran Bretaña, un país de tradiciones) pero Aston Martin lo hizo con el Lagonda, porque sencillamente y como de costumbre,... no tenia nada que perder.
En 1975 todo va mal para el automóvil en general y para Aston Martin en particular: crisis energética, recesión económica, desempleo creciente, el momento no es muy propicio al florecimiento de automóviles de prestigio y, una vez mas, Aston Martin esta al borde de la quiebra y David Brown decidido a tirar la toalla, falto de recursos (o de ganas) para salvar ¡de nuevo! esta costosa empresa, que ha mantenido, sin reparar en gastos, desde que se encapricho de ella en 1947. Un capricho de 2 caras, porque la firma responde también al sugestivo nombre de Lagonda, otra firma artesanal que Brown adquirió simultáneamente, sin saber muy bien lo que iba a hacer con ella. Durante 30 años, este prospero fabricante de tractores, apasionado por las carreras y por los deportivos de altas prestaciones, se ha empeñado en mantenerlas vivas, con Lagonda vegetando a la sombra de Aston Martin, y ofreciendo casi por encargo lujosas versiones de 4 puertas de sus modelos, denominadas Rapide y destinadas a aquellos clientes que encontraban los Jaguar demasiado vulgares, y los Bentley demasiado... conservadores. Pero Brown esta (en todos los sentidos) agotado. Y entonces, de nuevo, ocurre el milagro: unos inversores americanos, ricos, apasionados y decididos, adquieren la empresa. Ahora hay que salvarla ¡y rápido!: hay que desmentir los rumores, atraer la atención, recobrar los clientes. Casualmente, desde el 74, la casa ofrece otro Lagonda (S1) versión 4 puertas del DBS, rápido, lujoso, elegante y… demasiado discreto. El nuevo equipo impulsará, en unos pocos meses una segunda versión, una berlina de prestigio de diseño vanguardista hecha para ocupar las portadas de todas las revistas. De su trazado se ocupa Bill Towns, estilista de la marca desde finales de los 60. Es responsable entre otros, del bastante conservador DBS, pero ahora tiene la bendición de los flamantes propietarios para permitirse todas las audacias…. y lo hace. Con un lápiz decidido y reutilizando la mayoría de los componentes mecánicos del DBS, proyecta una silueta fuselada y cortante, rompedora, espectacular, y ¡futurista!, tan desconcertante en su contexto como lo seria un glacial rascacielos frente a la encantadora verja de Buckingham Palace.
CARACTERISTICAS Presentada en 1976, esta extravagante berlina, que mantiene el nombre de Lagonda (S2, del conservador S1 solo llegaron a hacerse 7) consigue su objetivo: chocar a las ancianas de la “gentry” y suscitar el interés de los medios. Y no se queda en maqueta de Salón: los primeros ejemplares se entregan a partir de 1977, comenzando una carrera discreta (pero prolongada ¡hasta el 89!), marcada por leves evoluciones de detalle (S3 y S4, con nuevos faros, ruedas, salpicadero) que intentan atenuar, sin conseguirlo, el audaz radicalismo del concepto inicial. Cerca de 650 afortunados propietarios se dejarán tentar, en 13 años, por esta original visión del futuro facturada a precio de oro (tres veces el de un Mercedes 500 SEL que ofrece las mismas prestaciones y mucho mas espacio) y entre ellos lógicamente muchos árabes excéntricos, ebrios de petróleo y ansiosos de novedades. Pero en el fondo este Lagonda es un Aston, aunque no quiera parecerlo. Comparte chasis con el DBS (alargado 30 cm) y también las suspensiones (delantera independiente, eje de Dion detrás) los frenos (cuatro discos ventilados) la dirección (de cremallera) y sobre todo el motor: un gigantesco V8 de aluminio concebido por Tadek Marek en los 60, y estrenado por el DBS, con 5,3 litros de cilindrada, 4 árboles de levas en cabeza y 4 Weber 42 DCNF. Su potencia (como en los Rolls Royce) es un secreto, pero podemos estimar unos 280 cv (y 300 cv con la inyección desde el 86) y 50 mkg de par, que no están de mas para mover dignamente las casi 2 toneladas de aluminio y materias nobles trabajadas a mano de esta gran limusina: tan ancha y alta (1,79 x 1,32 m) como un DBS, es sin embargo mucho mas larga (5,28 m), como si un puñetazo seco y decidido la hubiera aplastado.
AL VOLANTE Si cruzarse con un Lagonda en carretera es una sorpresa, poder examinarlo en parado es todo un privilegio. 35 años después de su presentación esta especie de Batmobil de los 70 nos sigue desconcertando, pero su belleza se impone pronto con la lógica innegable de su presencia: calandra plana estilo grecorromano, faros triples como los de un estadio, capot inmenso como un portaviones, interior diminuto para su tamaño y trasera voluminosa que alberga un cofre de contenido ridículo, todo es deliciosamente “kitsch”, como si se hubiera equivocado de futuro. Y el interior también: frío, señorial y delirante a la vez, nos recuerda que William Towns, su diseñador, fue antes que nada un decorador de interiores. Pero para disfrutarlo hay que entrar, y tras comprobar lo exiguo de las puertas, su escaso ángulo de apertura y el poco sitio disponible en las plazas traseras, comprendemos que el Lagonda, pese a su vocación de limusina, es solo un 2+2 y nos sentamos.. delante, donde el abundante cuero no sorprende a nadie, ni tampoco los asientos regulables en todas las direcciones pero si el volante de un solo brazo y el cuadro de mandos digital con pantallas luminosas dignas de Star Trek. Y girando la llave de contacto, el tranquilo despertar del V8 no parece capaz de transportarnos al hiperespacio, pero basta con insinuar el pie derecho para sentir como resopla, desplazando al Lagonda con una implacable autoridad. El izquierdo en cambio permanece en reposo gracias al cambio automático TorqueFlite de 3 velocidades, tan suave que percibimos los cambios gracias a una luz en el tablero. ¡Que ambiente!. Confortablemente instalados, gozando de una luz suavemente tamizada por el techo solar trasero y con el pequeño volante asistido entre las manos, nos sentimos como un jeque despreocupado del petróleo, y aplastamos el acelerador. El “kick down” actúa, el motor gruñe, y el Lagonda reacciona como un “misil” dejando clara su vocación deportiva: 0 a 100 en apenas 8”, 1 kilómetro en 29”, el V8 es la pieza maestra de este salón rodante capaz de transportarnos cómoda y suavemente en la autovia a mas de 230 km/h. Y en carretera el chasis nos sorprende por su precisión, su agilidad, su eficacia: de hecho el Lagonda se maneja con la punta de los dedos y se sitúa justo donde esperamos. Sabe girar plano como un Mini y, tras un momento de inercia inevitable para su peso, encadena los virajes con seguridad y luego ofrece unas recuperaciones asombrosas, sin olvidar una potencia de frenada tranquilizadora que nos incita a acelerar el ritmo con serenidad. Esta sangre caliente y este carácter tan bien templado, nos remiten sin duda al saber hacer de Aston Martin, hasta el punto de añorar que la marca no ofreciera una versión Vantage (de unos 400 cv, ¡como mínimo!) para acentuar aun mas el extraordinario aislamiento de esta extraña berlina, que hizo entonces (y hace hoy) de la originalidad.... ¡su bandera!.
COMPRAR UNO en España?) y con una estética como mínimo… discutible. Una cosa compensa la otra y su precio, si lo encontramos, debe ser bastante razonable: entre 30.000 y 40.000 €. Pero huyan de los ejemplares incompletos o pendientes de una restauración: las tarifas de los repuestos Aston son prohibitivas (¡50.000 €! un motor) y las de la mano de obra (experta) también. Y prepárense a soportar los caprichos de su electrónica “futurista” y el consumo de un coche que se vendió muy bien… en Oriente Medio.
CONCLUSION la continuidad, tanto técnica como estética. Hoy nos resulta una extravagancia, una locura,….. y una forma perfecta de huir de la rutina. ¿A que se parece un Lagonda? ¡A un Lagonda!. Unica. Exclusivamente.
PRODUCCION LAGONDA S2 (1976-1985) : 458 ej. LAGONDA S3 (1986-1987) : 75 ej. LAGONDA S4 (1988-1989) : 105 ej. TOTAL: 645 ej.
Texto: JR VIDEO > |
VIDEOS RECOMENDADOS (PARA VER DESACTIVAR ADBLOCK) |
ANUNCIE AQUI SU COCHE GRATIS (SOLO SIMILARES AL DE LA FICHA) PARA + INFORMACION PULSE AQUÍ
LIBROS RECOMENDADOS (PARA VER DESACTIVAR ADBLOCK) |
BIEN Estética extravagante Salpicadero “futurista” V8 flexible y potente Eficacia y agilidad Confort
MAL Estética extravagante Electrónica “inestable” Habitabilidad Piezas
© www.clasicosydeportivos.es |
ASTON MARTIN LAGONDA
ASTON MARTIN LAGONDA S2 MOTOR Tipo: V8 a 90º Longitudinal delantero Cilindrada: 5340 cm3 Potencia: 280 cv a 5000 rpm Par: 50 mkg a 4000 rpm Transmisión: Trasera A 3 velocidades CHASIS Dirección: Cremallera Suspensión D/T: Independiente/Eje rígido Frenos D/T: Disco Neumáticos D/T: 235/70 15 DIMENSIONES Largo-Ancho-Alto: 5,28-1,79-1,32 m Peso: 1980 kg Peso/Potencia: 7,07 kg/cv PRESTACIONES Velocidad máxima: 235 km/h 0-1000 m: 29” PRECIO 30.000 € (01/08/2011)
|
PUBLICIDAD
|
El Lagonda S1 no es mas que un DBS alargado y con 4 puertas del que solo se hicieron 7 en 2 años y por encargo.
|
Aparcado entre dos coches el Lagonda es tan bajo como alargado, como si un puño gigantesco lo hubiera aplastado.
|
El puesto de mando del Lagonda con volante monobrazo y pantalla digital, mas bien parece surgido de StarTrek.
|
El S2 (S3 y S4) supuso en cambio una revolución estética para la marca que afortunadamente no tuvo continuidad.
|
Un perfil en cuña y desproporcionado con el habitáculo, diminuto, entre dos grandes voladizos delantero y trasero.
|
El V8 lleva la firma del obrero que lo ha montado. Si se avería, al menos sabremos a quien hay que reclamar.
|
Aplastada casi hasta la caricatura, la calandra Lagonda conserva el alado logotipo que identificaba a la marca.
|
?
|